Buenas Prácticas en España. Asociación Almanjáyar en Familia ALFA

La crisis global provocada por la pandemia de Covid-19 ha obligado a las entidades sociales a adaptarse y modificar su organización para dar respuesta a las nuevas necesidades de la población con la que trabajan. Así, surgen iniciativas para abordar los nuevos retos que plantea esta crisis.

La asociación ALFA es una institución de servicios sociales enraizada en el barrio de Almanjáyar de la zona Norte de Granada, una de las zonas de especial riesgo social de la ciudad. Su misión es potenciar las capacidades de las personas atendidas a través de un acompañamiento integral para que puedan mejorar en cualquier ámbito de su vida.

Uno de los pilares de la asociación es el voluntariado. Personas del mismo barrio de Almanjáyar ofrecen sus conocimientos y habilidades para apoyar a los diferentes proyectos de la asociación. De esta forma, ALFA consigue no sólo ayudar quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, sino que también fomentan la participación activa y la movilización de todo el vecindario en la mejora de sus condiciones de vida, la convivencia y el sentimiento de pertenencia al barrio.

El voluntariado de ALFA se puede ver fácilmente por las calles de Granada

A partir de la pandemia del coronavirus, la asociación ha adaptado varios proyectos o ha impulsado nuevas iniciativas para dar respuesta a la actual situación de la población. En todos ellos, el voluntariado es una pieza clave. Algunos ejemplos son:

  • Economato socioeducativo. Es un recurso temporal cuyo objetivo consiste en apoyar a las familias en situación de necesidad económica para encontrar soluciones que les ayuden a mejorar sus circunstancias de vida a través de un compromiso personal. Las personas reciben ayuda económica para realizar compras de alimentos y ropa, y se comprometen a emprender acciones para la mejora vital (búsqueda activa de empleo, formación, etc.).
  • Voluntariado digital. El objetivo de este proyecto es ofrecer apoyo educativo a los niños y niñas del barrio, así como reducir la brecha digital proporcionando material y formación sobre plataformas digitales, ahora que la crisis del coronavirus obliga a realizar clases escolares de forma telemática.
  • Proyecto Jóvenes. Dentro del programa de atención a la infancia y la juventud, los y las jóvenes que han participado en esta área durante el año académico se convierten en verano en voluntarios/as de la asociación y ofrecen acompañamiento a otros niños y niñas del barrio, siendo sus referentes y dando continuidad a su proceso de inserción social.
  • Proyecto Encuentro. Ofrece un espacio para que las personas mayores en situación de soledad o dependencia puedan disfrutar de tiempo de ocio y adquirir una red de apoyo. La pandemia obligó a eliminar o reducir las reuniones grupales, así que el voluntariado realiza un seguimiento de las personas mayores a través de atención telefónica, para asegurar su bienestar y reducir su sentimiento de aislamiento y soledad.

Como se puede ver, aunque la pandemia ha supuesto importantes dificultades para las entidades sociales, nuevas iniciativas surgen para afrontar esta crisis y en las que el voluntariado es un pilar indispensable.  

(Autora de este post: Catalina Moragues, del socio de CRISISS Aldaima – ver en Facebook

Créditos de las imágenes: ALFA